La intervención

En la primera cita se realizará una evaluación para recomendar la técnica más efectiva según el caso.
La otoplastia se realiza en el quirófano de una clínica u hospital y suele durar entre 1 y 3 horas. Cuando se realiza a niños, se recomienda hacer la intervención bajo anestesia general. En adultos se emplea anestesia local junto a una sedación para que el paciente no sienta ningún dolor.
Dependiendo de la anestesia, el procedimiento se realizará en régimen ambulatorio o permaneciendo una noche en el hospital.
La técnica empleada dependerá del problema en concreto. Habitualmente se realiza una pequeña incisión en la parte de atrás de la oreja. El cartílago auricular queda expuesto para esculpirlo y se emplean los puntos de sutura para plegar la oreja y mantener la nueva forma. La cicatriz es prácticamente invisible.

Postoperatorio

Durante la primera semana se coloca un vendaje para que las orejas curen en posición correcta. Puede haber un ligero dolor que se alivia con analgésicos.
A los 7 días se cambiará el vendaje por una cinta elástica. Se llevará durante dos semanas para acabar de fijar la postura de las orejas, evitar que se plieguen durante la noche y evitar la suciedad.
La mayoría de los adultos vuelven a su vida normal a los 5 días y los niños al colegio a los 7 días.

Riesgos y garantías

Con el equipo técnico y profesional adecuado, las complicaciones son infrecuentes salvo las propias de cualquier intervención. Ocasionalmente puede producirse infección de cartílago que será tratado con antibióticos.

¿Qué resultados puedo esperar?

El resultado de la operación es permanente. Rara vez es necesario un retoque y las complicaciones, ya sean cutáneas o del cartílago, son excepcionales.

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